Motricidad

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martes, 10 de febrero de 2015

Ayúdame Tortuga

Tras un parón, regreso con nuevas actividades y propuestas para trabajar tanto con niños con TDAH como niños sin dicho trastorno. No olvidarnos de que todas las actividades se pueden adaptar a cada niño en particular y así conseguir una educación cada vez un poco más inclusiva.

La actividad que se explica a continuación se trata de "La técnica de la tortuga" de la que muchos habréis oído hablar. Esta técnica puede ayudarles a mejorar en el autocontrol a la hora de tener una conducta impulsiva y, aunque su aprendizaje no es fácil, una vez que aprendan a utilizarla podrá serles útil en diversas ocasiones (sobre todo ante situaciones que produzcan frustración en el niño).

Esta técnica utiliza la imagen de la Tortuga, la cual se encierra dentro de su concha cuando se ve amenazada.

           Comenzaremos contando al niño el cuento de la tortuga, que pueden encontrar en el siguiente enlace gracias a ACANPADAH (Asociación Cántabra de Padres de Ayuda al Déficit de Atención y/o Hiperactividad) Cuento técnica tortuga

           A continuación, se le enseñará a encogerse al oír la palabra TORTUGA, cerrando su cuerpo y metiendo la cabeza entre los brazos (tal y como lo hacen las tortugas cuando se ven amenazadas). Esta señal deberá ser recordada e interiorizada por el niño con el paso del tiempo. 
          Una vez que el niño a conseguido interiorizar la orden "Tortuga" y lo realiza de manera correcta, hay que enseñarle a relajar sus músculos mientras realiza este gesto. La relajación es incompatible con la tensión que los músculos necesitan para tener una conducta disruptiva, por lo que aprenderá a ir olvidando dicha conducta y a relajarse en aquellas situaciones que le hacen que aparezca.
          Cuando el niño sea capaz de realizar el gesto y a la vez relajar sus músculos, podremos hablar con él sobre en qué ocasiones puede utilizar esta técnica y cuanto puede ayudarles.

ATENCIÓN: Al principio el niño necesitará nuestra ayuda para poder realizar e interiorizar la técnica. Poco a poco será capaz de utilizarlo en momentos de su vida en la que se sienta en tensión, frustrado, o intranquilo. No hay que perder la calma y hay que ayudar al niño recordándole esta técnica cada vez que lo necesite.

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